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Al recibir la revelación, el profeta -que la paz y las bendiciones de Al-láh sean con él- solía sufrir y su cara cambiaba de color.
Al recibir la revelación, el profeta -que la paz y las bendiciones de Al-láh sean con él- solía sufrir y su cara cambiaba de color.
Desde Ubada ibn As-Samit -que Al-láh esté complacido con él- dijo: "Al recibir la revelación, el profeta -que la paz y las bendiciones de Al-láh sean con él- solía sufrir y su cara se cambiaba de color".
[Hadiz auténtico (sahih)] [Registrado por Muslim]
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Siempre que el Profeta (que la paz y las bendiciones de Al-láh sean con él) recibía revelación, experimentaba dificultades y angustia hasta el punto de que el color de su rostro cambiaba debido a la gravedad y dificultad de ese asunto. Además, el Profeta (que la paz y las bendiciones de Al-láh sean con él) prestó mucha atención y cuidado a la revelación y mostró gran admiración por todo lo que se le pidió que observara, como el cumplimiento de los derechos de la servidumbre, mostrando el debido agradecimiento a Al-láh, el Todopoderoso y glorificando Sus mandamientos y Sus noticias.