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Por cierto que la mujer esclava de la ciudad solía tomar la mano del profeta –la paz y las bendiciones sean con él- e iba con él a donde necesitaba.
Por cierto que la mujer esclava de la ciudad solía tomar la mano del profeta –la paz y las bendiciones sean con él- e iba con él a donde necesitaba.
Narró Anas –Al-lah se complazca de él-: “Por cierto que la mujer esclava de la ciudad solía tomar la mano del profeta –la paz y las bendiciones sean con él- e iba con él a donde necesitaba.”.
[Hadiz auténtico (sahih)] [Registrado por Al-Bujari]
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En este hadiz se muestra la humildad del mensajero de Al-lah –la paz y las bendiciones sean con él- siendo que él es el mejor de la creación, cuando alguna de las esclavas de la ciudad venía a él y le pedía una mano, iba con él a donde necesitaba para que la ayudara en su necesidad, esto pasaba y siendo él el mejor de la creación, él no le decía: ¿A dónde me llevas? O ve con otra persona, sino que iba con ella y la ayudaba en lo que necesitaba, con esto Al-lah no hacía sino aumentar su honor –la paz y las bendiciones sean con él-. Aclaración importante: cuando se dice que la esclava tomaba la mano del profeta –la paz y las bendiciones sean con él- no significa que había contacto físico, dijo Al Hafidh: lo de tomar la mano se refiere a que la acompañara y ayudara, es una metáfora que se usa en la mujer y no en el hombre y en la esclava y no en la mujer libre, estos términos se usan en las esclavas sin importar quien sea.