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1- El profeta -la paz y las bendiciones de Al-lah sean con él- se apoyaba en un tronco para hacer dar sus sermones, cuando fue construido el pulpito escuchamos del tronco un sonido como de una camella preñada, hasta que el profeta -la paz y las bendiciones sean con él- bajó y puso su mano sobre él y se calmó.
2- Solía rezar las oraciones con el Profeta, que la paz y las bendiciones de Al-lah sean con él; y su oración no solía ser muy larga ni muy corta sino en su justa medida.