إعدادات العرض
Un hombre entró a la mezquita un viernes desde una puerta que estaba en dirección a la corte, y el Mensajero de Al-lah(la paz y las bendiciones de Al-lahdesciendan sobre él) estaba de pie dando el sermón.
Un hombre entró a la mezquita un viernes desde una puerta que estaba en dirección a la corte, y el Mensajero de Al-lah(la paz y las bendiciones de Al-lahdesciendan sobre él) estaba de pie dando el sermón.
Un hombre entró a la mezquita un viernes desde una puerta que estaba en dirección a la corte de justicia, y el Mensajero de Al-lah, la paz y las bendiciones de Al-lah sean con él, estaba de pie dando el sermón. Así que se puso de pie ante el Mensajero de Al-lah, la paz y las bendiciones de Al-lah sean con él, y dijo: "Oh Mensajero de Al-lah, el dinero se ha perdido y los medios (de sobrevivencia) se han cortado, pide a Al-lah que descienda la lluvia sobre nosotros. El Mensajero de Al-lah, la paz y las bendiciones de Al-lah sean con él, levantó sus manos, y dijo: Oh Al-lah, desciende la lluvia, Oh Al-lah, desciende la lluvia, Oh Al-lah, desciende la lluvia. Anas dijo: Por Al-lah que no había ninguna nube, y no había entre nosotros y Sali' ninguna casa, así que salió una nube por detrás de él y cuando se centró en el cielo y se extendió, descendió la lluvia. dijo Anas: Por Al-lah no alcanzamos ver el sol una semana completa. Luego dijo, el siguiente viernes un hombre entró por la misma puerta, y el Mensajero de Al-lah, la paz y las bendiciones de Al-lah sean con él, estaba dando el sermón, y dijo: "Oh Mensajero de Al-lah, el dinero se ha perdido y los medios (de sobrevivencia) se han cortado, pida a Al-lah que retire la lluvia, Así que el Mensajero de al-lah, la paz y las bendiciones de Al-lah sean con él, levantó sus manos y dijo: Oh Al-lah, haz caer la lluvia a las zonas que están alrededor de nosotros, a las montañas, a los valles y a los raices de los árboles. Anas dijo: Salimos a caminar y el sol ya está brillante. dijo un hombre llamado Shuraik: Le pregunté a Anas Ibn Malik: ¿Este es el mismo hombre del pasado viernes? Él dijo: No lo sé.
الترجمة
العربية Bosanski English فارسی Français Bahasa Indonesia Русский Türkçe اردو 中文 हिन्दी ئۇيغۇرچە Hausa Português Kurdî دری বাংলা Македонски Magyar Tiếng Việt ქართული ไทย অসমীয়া Nederlands ਪੰਜਾਬੀ Tagalog Kiswahili ગુજરાતીالشرح
El Mensajero de Al-lah, la paz y las bendiciones de Al-lah sean con él, estaba de pie dando el sermón del día viernes, y un hombre entró a la mezquita y se puso de pie ante el Mensajero de Al-lah, la paz y las bendiciones de Al-lah sean con él, y dijo evidenciado la calamidad y la angustia, que hasta los animales han muerto de hambre, los camellos han sido delgados y todo esto por la falta de lluvia: Pide a Al-lah que descienda la lluvia sobre nosotros. El Mensajero de Al-lah, la paz y las bendiciones de Al-lah sean con él, levantó sus manos, y dijo: Oh Al-lah, desciende la lluvia, Oh Al-lah, desciende la lluvia, Oh Al-lah, desciende la lluvia, lo repitió tres veces como es su costumbre en los asuntos importantes. A pesar de que ellos en este momento no veían ninguna nube, salió por detrás de la montaña Sala' un pedazo de nube y comenzó a elevarse en el cielo, y luego se centró en el cielo y se extendió, después descendió la lluvia que duró siete días. En el siguiente viernes un hombre entró por la misma puerta, y el Mensajero de Al-lah, la paz y las bendiciones de Al-lah sean con él, estaba dando el sermón, y evidenció que los animales están hambrientos debido a no poder salir a pastorear, y la gente tampoco puede salir a buscar el sustento así que pida a Al-lah que descienda la lluvia a las zonas que están alrededor de Medina. Por esto, el Mensajero de Al-lah, la paz y las bendiciones de Al-lah sean con él, levantó sus manos y dijo: Oh Al-lah, haz caer la lluvia a las zonas que están alrededor de nosotros (para no perjudicar a la gente ni sus ganados y para que la lluvia descienda en los lugares donde más necesitan agua), a las montañas, a los valles y a los raices de los árboles. Después de esto se retiró la lluvia y la gente salió a caminar sin que haya lluvia.